Creo que dramático es la mejor forma para poder describir la trayectoria que ha tenido el conjunto celeste y rojo. Como ya describí en una nota anterior las actuaciones de Arsenal fueron muy por encima de lo sorpresivo. El haber sido invicto de visitante con victorias a San Lorenzo por 3-0, al Goias en Brasil 3-2, a las Chivas en México por 3-1. Que será que tiene este equipo que a todo equipo que visito le propino una derrota o ya sea la eliminación como fue en el caso de River en donde no hubieron goles en ambos juegos de ida y vuelta pero que gracias a la estelar actuación del arquero de 32 años Mario Cuenca logro el pase desde los tiros de pena máxima.
En cancha de Racing fue donde se llevo a cabo el terreno de las acciones y con un estadio inesperadamente repleto con aficionados del Arse, el partido apuntaba de cierta manera en donde se iba a aplicar el dicho muy reconocido del “que no las hace ve como se las hacen”. Y esque en el primer tiempo tuvieron la chance de evitar el nerviosismo para poder decretar el gol que les daría la tranquilidad, pero simplemente no fue así. Y las Águilas se fueron al descanso con el marcador a su favor. Talvez no con la copa en mano pero si con la confianza de que era un partido del que se podía recuperar.
A medida que transcurrían los minutos Arsenal buscaba el empate, pues se sabia que no se iban a replegar a la defensiva, pues pudo haber sido lo peor que pudieron haber hecho. Al contrario su entrenador Gustavo Alfaro los mando al ataque ante un América que se encontraba bien parado y que no estuvo dispuesto a ceder. Hasta que se vino el baldazo de agua fría para el estadio completo cuando un balón le llovió a Cristián Díaz de manera que le quedo perfecto para el zurdazo que le propicio en el aire para poder anotar el segundo gol del juego y lo que ahora si les daba la copa, aunque haya sido solo por unos minutos.
Con eso se empezaron a dar movimientos en la banca y fue cuando entro Biagini por Yacuzzi y Andrizzi por Villar. El juego se empezó a desenvolver solamente del lado del América. Y los de México trataban de defenderse a como diera lugar. Se vieron las genialidades de un juvenil del Arsenal, el que se le conoce como la perla del club por haber salido de las inferiores, Alejandro Gómez que intento desde todos los ángulos infiltrando el balón para que se pudiera aprovechar de manera que hubiera un gol. Arsenal empezaba a sufrir ya que no se le daban las jugadas y el nerviosismo empezó a ceder. No fue sino hasta el minuto 84 que Andrizzi logro personificar la manera como la celeste y roja finalmente se llevaría la copa. Adentro del área, desde el suelo, logro dominar el balón y con una garra de corazón logro mantenerlo lejos de las piernas de los defensas del América. Después de dejar a 2 defensas atrás logro meter un remate cruzado que sin lugar a duda fue inalcanzable para el arquero mexicano Memo Ochoa.
Y así fue como todo el estadio vio la gloria, juntos en celebración contaban los minutos para poder proclamarse como campeones. Para Daniel Brailovsky, el técnico del América, fue un partido donde el árbitro se los comió vivos. Posiblemente por el penal en el primer tiempo sobre el paraguayo Cabañas que el árbitro decidió no marcar. Algo si es cierto, el arbitraje de por si en los 180 minutos de juego, no fue de los mejores. Pero no es razón para quitarle merito a los de Sarandí por haber logrado un titulo histórico que seguro va ser recordado por su gente en muchos años por venir. Felicidades a Arsenal pues tras ser pensado como un equipo “chico” ha demostrado que en el fútbol cualquier cosa puede pasar.
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