Muchos se preguntan y me incluyo, ¿el por qué de un partido por un tercer lugar? Si lo analizamos no se juega mayor cosa, puesto que las selecciones entran al torneo pensando en lograr un título. Quedar ya sea tercero o cuarto lugar no es mas que algo simbólico, pero que en realidad con el paso del tiempo nadie recuerda. Tendría que mencionar el hecho absurdo que luego de terminado tanto el choque por el 3er lugar y la gran final, la selección que termina con la medalla de bronce luce mas contenta que aquella que termina con la de plata ya que esta última pierde el partido.
El encuentro de ayer entre aztecas y charrúas terminó por demostrar lo que se había visto a lo largo de todo el torneo. Un partido con un promedio de goles bastante aceptable, pero que no necesariamente significa que el encuentro fue excepcional. Algo que si me parece fue sorpresivo fue el hecho que ambas selecciones usaron a la mayoría de sus jugadores habituales y no a los suplentes como suele suceder en este tipo de encuentros. En México vimos de nuevo a Nery Castillo y más adelante también la incorporación de Andrés Guardado. Por su parte Uruguay si sacó a su alineación regular, con la única diferencia de la participación del ¨Loco¨ Abreu por Álvaro Recoba.
Uruguay inició tomando control del partido, ya que de esta manera intentaba demostrar que la selección era capaz de tomar las riendas ante un equipo complicado como el mexicano. Finalmente tuvo fruto el ataque de la Celeste, cuando Abreu convirtió el primer gol del partido a los 22 min. Se pensaba en el momento que Uruguay lograría obtener la tercera ubicación luego de un mal inicio de torneo, en donde la afición uruguaya y la misma prensa no daban un peso por ellos.
El rumbo del partido cambio drásticamente cuando el capitán Lugano fue expulsado del encuentro y C. Blanco empató las acciones por medio de un tiro penal. Quedará nuevamente para la polémica si la falta cometida por Lugano era merecedora de una roja directa, al igual que sucedió con el portero paraguayo Bobadilla en el partido de cuartos de final. Fue así como en el segundo tiempo México aprovechó la superioridad numérica para contra atacar a Uruguay y por medio de Omar Bravo y Guardado anotar dos grandes goles para dar la victoria final al tri por 3-1.
Con esta victoria los mexicanos celebraron lo que se puede catalogar como un torneo bastante bueno, en el cual de a poco se va viendo mejor el trabajo realizado por Hugo Sánchez de mira a las eliminatorias mundialistas. Por su parte la selección de Uruguay demostró que tiene la capacidad de remontar adversidades y darle la vuelta a su imagen con una táctica mejor planteada. En Uruguay sigue existiendo la inquietud por ver a un grupo de jugadores que logren entenderse dentro del terreno de juego, puesto que en la próxima Copa América serán 16 años desde el último título.
El encuentro de ayer entre aztecas y charrúas terminó por demostrar lo que se había visto a lo largo de todo el torneo. Un partido con un promedio de goles bastante aceptable, pero que no necesariamente significa que el encuentro fue excepcional. Algo que si me parece fue sorpresivo fue el hecho que ambas selecciones usaron a la mayoría de sus jugadores habituales y no a los suplentes como suele suceder en este tipo de encuentros. En México vimos de nuevo a Nery Castillo y más adelante también la incorporación de Andrés Guardado. Por su parte Uruguay si sacó a su alineación regular, con la única diferencia de la participación del ¨Loco¨ Abreu por Álvaro Recoba.
Uruguay inició tomando control del partido, ya que de esta manera intentaba demostrar que la selección era capaz de tomar las riendas ante un equipo complicado como el mexicano. Finalmente tuvo fruto el ataque de la Celeste, cuando Abreu convirtió el primer gol del partido a los 22 min. Se pensaba en el momento que Uruguay lograría obtener la tercera ubicación luego de un mal inicio de torneo, en donde la afición uruguaya y la misma prensa no daban un peso por ellos.
El rumbo del partido cambio drásticamente cuando el capitán Lugano fue expulsado del encuentro y C. Blanco empató las acciones por medio de un tiro penal. Quedará nuevamente para la polémica si la falta cometida por Lugano era merecedora de una roja directa, al igual que sucedió con el portero paraguayo Bobadilla en el partido de cuartos de final. Fue así como en el segundo tiempo México aprovechó la superioridad numérica para contra atacar a Uruguay y por medio de Omar Bravo y Guardado anotar dos grandes goles para dar la victoria final al tri por 3-1.
Con esta victoria los mexicanos celebraron lo que se puede catalogar como un torneo bastante bueno, en el cual de a poco se va viendo mejor el trabajo realizado por Hugo Sánchez de mira a las eliminatorias mundialistas. Por su parte la selección de Uruguay demostró que tiene la capacidad de remontar adversidades y darle la vuelta a su imagen con una táctica mejor planteada. En Uruguay sigue existiendo la inquietud por ver a un grupo de jugadores que logren entenderse dentro del terreno de juego, puesto que en la próxima Copa América serán 16 años desde el último título.
1 comentario:
la tarjeta roja cambio todo, si no creo que uruguay hubiera gando
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