Que manera de finalizar. Una copa que desde el inicio tuvo al borde de sus asientos a varios de sus espectadores tuvo su final dramático. Muchos ya habían creado expectativas del encuentro, tenían la imagen que iba a ser la guinda para el trabajo realizado a través del campeonato. Por su puesto para aquellos que ya tienen más experiencia en el fútbol sabían que el encuentro que se avecinaba iba a ser uno lleno de sorpresas.El juego se llevo a cabo en el estadio de Maracaibo de Venezuela con un lleno a reventar, como ya fue característico de todos los encuentros de la Copa en general. Brasileños, Argentinos, y hasta Venezolanos que se presentaron al lugar de las acciones para ver lo que seria una lucha de pasión, técnica, y coraje. No fue para menos los jugadores de por si tenían una mirada que personificaba la determinación que tenían por llevarse un encuentro que no seria fácil para ninguno.
Al inicio del juego se vio bastantes sólidos a ambos equipos, sin embargo al minuto 5’ de haber iniciado Julio Baptista recibió un pase en el área que luego utilizo al gambetear a un defensor y colocarlo en el ángulo posterior del arquero. Realmente una joya de gol. Y así fue como inicio, Argentina fue sorprendida con una jugada que no prometía mucho y de seguro salio afectado más de lo que significaba el gol.
Argentina quiso mantener la cordura, tuvo la chance de empatar el juego, sin embargo el balón se encontró con el poste luego de un disparo de Riquelme. Y antes de que finalizara la primera parte Roberto Fabián Ayala, el capitán del equipo argentino y uno de los mejores centrales del mundo, al querer despejar un balón del área lo termino metiendo en su propio arco y decretando lo que seria un 2-0 y un primer tiempo muy favorable para el combinado brasileño. Anímicamente hablando se podría decir que este momento fue el punto critico del partido, ya que Argentina probablemente iba a necesitar salir a buscar el juego.
En el segundo tiempo hubo un poco más de llegada por parte de Argentina y bastantes contragolpes de peligro para los brasileños. Fue hasta el minuto 69’ que Vagner Love condujo el balón desde medio campo teniendo en frente 3 defensas y de su lado Dani Alves. Encontró la forma para maniobrar la jugada y poder abrir los suficientes espacios para poder dejar en soledad a Alves que concretaría el 3 y ultimo gol del encuentro.
Argentina no bajo los brazos, intento de conseguir el resultado los 90’ minutos completos. Sin embargo fue Brasil quien tuvo la efectividad de su lado. Una final que tuvo un sabor ciertamente agridulce para muchos que finalmente corono de bicampeón al equipo verdeamarello. Robinho por su parte se llevo el privilegio de ser el goleador del torneo.
Para muchos hoy puede que haya sido una final de injusticia, pues Argentina venia con un record realmente sorprendente y un juego como lo tildo el Coco Basile desde el inicio del torneo, “un juego bonito”. Pero Brasil siempre será Brasil, y por mas que sea el segundo o tercer equipo siempre van a tener jugadores de categoría y por eso hoy la historia es distinta a como mucha gente pensó que iba a ser.
Una final de película para un torneo del recuerdo. Un aplauso a toda América por una linda Copa.
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