Eran las una de una tarde soleada en el Gillette Stadium de Foxboro, Massachussets y nuevamente se jugaba una jornada de la Copa de Oro después de tres días de descanso. La única diferencia ahora era que el que ganaba se quedaba y el que perdía se regresaba al hotel a empacar maletas. Los veintidós jugadores se encontraban dentro del terreno de juego, atentos, esperando el pitazo del árbitro para poder dar inicio a lo que ambos equipos sabían no seria una tarea fácil. Cuando por fin se toco el balón, se fue evidenciando que ninguno de los dos equipos estaba dispuesto a ceder espacios. Esta actitud trascendió por lo menos hasta antes que se diera paridad al marcador. Después de eso las cosas cambiaron. Guatemala continuo con el deseo de adjudicarse con el control del partido, sin embargo para la mala fortuna de los guatemaltecos eso fue lo único que lograron conquistar. El partido finalizo 0-3 a favor de Canadá. Guatemala se regresa a casa.
Se hallan conversaciones de vez en cuando hoy en día en la cual se trata de comparar esta selección con la que participo en las eliminatorias anteriores y la conclusión es que Guatemala todavía esta muy lejos de llegar a algo realmente tangible. Por supuesto, se mencionan jugadores de la talla de Juan Carlos Plata, Gonzalo Romero, Freddy García, y Guillermo Ramírez entre otros que de alguna manera le proporcionaban a Guatemala la suficiente experiencia para por lo menos tener algún tipo de aspiraciones. Pero hay que ser realistas y dar cuenta de lo se esta tratando de hacer con la selección de hoy en día. El fútbol a nivel mundial siempre esta evolucionando. Desde la modalidad de juego hasta los mismos jugadores. Si uno piensa que puede ir en contra de esta evolución con lo único que se va encontrar es con una pared. La media de edad en ese entonces ya era de por si bastante alta y ahora lo que se esta tratando de formar es una selección mucho mas joven, mas rápida, y con nuevas ideas.
Puede que la eliminación haya sido algo bastante difícil pero por supuesto no hay mal que por bien no venga. Con toda la confianza que ha sido depositada en el Bolillo Gómez, ayudado además por su experiencia como entrenador de llevar a equipos en transición a hacer cosas grandes, tengo la confianza que el proceso va ser difícil pero no imposible. Guatemala todavía esta en tiempo de corregir errores antes que inicie la próxima eliminatoria. Aunque todos sabemos que realmente lo que los guatemaltecos quieren es ver que su selección juegue bonito antes de poder llegar a cualquier mundial. Hoy en día hay que proporcionar nuestra fe a los directivos de la Selección que realmente saben lo que están haciendo y que en un futuro no muy lejano el fútbol va ser algo que traiga muchas felicididades a todos los aficionados.
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